Preparamos la madera lijando con una lija fina.
Dejamos secar 24 horas.
Cogemos una esponja impregnada con una "mínima" cantidad de agua y color gris muy suave y lo aplicamos encima de la tapa dando pequeños círculos y con gran rapidez. Debemos tener en cuenta que el acrílico es de secado muy rápido. 
Cogemos una lija fina y lijamos la tapa de manera que salte la pintura en la parte donde hay el gesso, quedando zonas más claras y otras más oscuras.
Preparamos una mezcla de verde y ocre diluido en agua para poder decorar la tapa.
Remarcamos con lápiz el dibujo y empezamos ha pintar las hojas. Hemos mezclado la pintura con agua ya que así queda muy líquida y podemos conseguir el efecto de la acuarela. Finalmente damos dos capas de barniz acrílico.